Autor: Maurice Leblanc
Año: La aguja
hueca: 1909
813: 1910
Número de
páginas: La aguja hueca: 316 páginas
813: 630 páginas
Encuadernación: Tapa
dura
Editorial: edhasa
Idioma: Español
Sinopsis: La aguja hueca: En medio de la noche, unos desconocidos
desvalijan el castillo del conde de Gesvres. Su secretario resulta muerto y uno
de los ladrones, herido. Cuando llega la policía no falta ningún objeto ni
pueden encontrar al ladrón baldado que se esconde en la propiedad. Isidore
Beatrulet, enigmático estudiante de retórica, se propone desentrañar el
misterio. Todo parece llevar la firma de Arsenio Lupin.
813: Sin duda, 813 es la novela en la que Arsenio Lupin alcanza una complejidad y riqueza que lo convierten en personaje
literario de primera magnitud, desbordando los moldes que hasta su aparición
habían tenido los grandes protagonistas del género.
En esta nueva entrega de la serie, Lupin es
falsamente acusado de los que parece un asesinato perfecto, que en cualquier
caso va más allá de la capacidad de la policía, y el únco modo que tendrá de
demostrar su inocencia será poniéndose él mismo al frente de la investigación.
Cómo lo conseguirá y cuáles son los objetivos finales de Lupin....
No por casualidad, la primera asociación europea
de aficionados a la literatura policíaca lleva por nombre 813, un homenaje a la
que es considerada por muchos como la mejor novela de Maurice Leblanc.
Primero que todo una
disculpa de parte de todo el grupo de “El santuario del Bebop”, ya que por
fallas en internet ni podcast ni reseña se han podido subir, pero ya esta
semana estaremos de vuelta con todo un montón de nuevas reseñas.
Ahora sí, para retomar
el tiempo perdido, y también en parte la demora, hablaremos de dos de las
novelas del mejor ladrón de todos los tiempos, Arsenio Lupin, hombre de una
inteligencia inigualable, de presencia arrolladora y galán por naturaleza, un
personaje verdaderamente único.
Nacido el 15 de julio de
1906 de la mano de Maurice Leblanc, es la contra parte literaria perfecta de
nuestro querido detective Sherlock Holmes. Lupin se enfrenta en una de sus
aventuras a alguien muy parecido, llamado Herlock Sholmes (derechos de autor y
esas cosas), pero retratado por Leblanc de manera más salvaje, un detective algo
más agresivo y quien queda en ridículo gracias a nuestro querido ladrón.
Lupin se entrenó en
boxeo, prestidigitación, boxeo, medicina, gimnasia, Jiu-jitsu, esgrima, latín,
griego y otras tantas lenguas y estilos de peleas. Lupin es un personaje que realmente
sorprende no solo ante la inalcanzable variedad de cosas que puede hacer, sino
a su carisma a la que, no solo los demás personajes de sus historias caen, sino
uno como lector termina rendido ante ella. Un personaje lleno de gracia, que
cada aparición genera una sonrisa y uno se burla con él de todas las
situaciones en las que se ve envuelto, un ser que jamás duda de sí mismo, (si
uno le pregunta si la fe mueve montañas, es capaz de responder que solo una, la
fe de que tiene él en sí mismo).
La primera novela de la
que hablaremos hoy es “La aguja hueca”, una novela comparada con el escarabajo
de oro de Edgar Allan Poe gracias a su complejidad y el nivel de misterio que
rodea el enigma. Al principio, con lo que uno ha escuchado de Lupin, uno cree
que él va a aparecer en cualquier momento al inicio de la novela disfrazado y
nosotros esperamos a encontrarlo (como a Waldo), pero en realidad, se nos
presenta a Isidore Beatrulet, un joven estudiante que se ha visto envuelto en
uno de los robos de este ladrón caballero solo por saciar su curiosidad, con
una sagacidad impresionante para captar detalles, esto lo llevará a meterse tan
adentro en los planes de Lupin sin que él mismo se dé cuenta. Y nuestro tan
esperado protagonista aparece solo hasta el cuarto capítulo, pero de qué manera
señores. Retando de frente a Isidore, haciendo gala de una presencia y un
carisma que rompe con todo lo antes visto, elegancia incluso en la forma de
amenazar y con todo controlado.
Y en este punto comienza
un reto entre estos dos genios, un chico que solo quiere resultar victorioso ante
alguien que siempre pareció invencible y un hombre cuyo secreto no quiere que
sea revelado.
La historia acompaña más
que nada a Isidore, mostrando cada paso y contra golpe que Lupin le hace, dejando oculto todo lo que él haga, esperando
encontrar la respuesta a sus enigmas y ansiando el peligro en cada página,
esperando encontrarse de pronto con él engañando a Isidore. Y puede que esto,
en realidad, represente una falla, porque uno no se sorprenderá de que aparezca
de un momento a otro disfrazado, pero está tan bien hecho, de tan excelente
manera, que cuando ocurre el momento, uno no se lo esperaba para nada.
La historia pasa por
muchos cambios, primero como un simple juego para un estudiante, luego como un
verdadero reto en el que el lector se ve envuelto y quiere resolver el enigma
de la aguja hueca, luego pasa por momentos de sorpresa y muerte, hasta un final
lleno de dramatismo y de un ingenio maravilloso, donde conocemos a Lupin en lo
más profundo, lleno de tragedia y dolor.
Ahora, pasamos a la
maravillosa novela de 813, nombre bastante raro y que incluso, aun cuando el
enigma sobre el nombre sea resuelto más allá de la mitad de la novela, sigue
siendo una elección bastante extraña para titular a una novela.
En esta conocemos más a
profundidad a Arsenio Lupin, luego de los eventos presentados en la aguja
hueca, ha vuelto a sus robos llenos de clase, pero esta vez se ve envuelto en tres
asesinatos llenos de sangre, que empaña su nombre y que en realidad, resulta
bastante empañado.
La novela se divide en
dos partes, la primera es: “La doble vida de Arsenio Lupin”, en la cual
conoceremos al jefe de la policía llamado Lenormand, un hombre de edad avanzada
quien se pone al mando de descubrir los asesinatos en los que supuestamente se
ha visto envuelto Lupin, mientras éste, por otro lado, busca limpiar su nombre
y encontrar al asesino.
La segunda parte se
titula: “Los tres crímenes de Arsenio Lupin”, en esta parte Lupin está cada vez
más cerca de descubrir el secreto por el cual fue inculpado y donde todo lo
visto en la primera parte comienza a desarrollarse y a mostrarse tal cual como
es.
INICIO SPOILER:
Los títulos de cada
parte se resuelven al final de las mismas, la primera demuestra que Lenormand y
Lupin son la misma persona, mientras que en la segunda parte se muestra que las
tres muertes iniciales en realidad no son a mano de Lupin, pero todo lo que ha
hecho ha terminado por desembocar en tres muertes.
FIN SPOILER
Es difícil en realidad,
tratar de hacer una reseña sobre un libro de semejante magnitud sin revelar
mucho, porque cada detalle esta puesto de una manera que se pase por alto, pero
luego tomará una relevancia tan grande, que uno se sentirá tonto cuando al fin
se revele su significado.
Por otro lado, hablando
como hemos venido haciéndolo de nuestro maravilloso protagonista, Lupin crea
una red inexorable alrededor de este misterio que incluso es capaz de evadirlo
a él, hasta que llegamos a un punto de un “final”, si lo podemos llamar así, en
la cual solo quedamos viendo que ocurre con nuestro protagonista, como una
especie de resolución, resolviendo las últimas dudas que quedaban de la
historia, hasta que llega el momento más climático, duro, y fuerte que se haya
podido ver en una novela de este tipo.
Nada está puesto por
azar, eso es una regla que siempre se aplicará a las novelas del género
policiaco, pero en este caso, Lupin maneja un nivel de secretismo tan grande,
que en realidad todo parece tan común y en orden, pero para nuestro
protagonista, hasta que se nos revela a nosotros su significado. Lo de ser un
espectador incauto, eso lo sabe hacer Maurice Leblanc y dejarlo a uno como un
simple tonto.
¿Por qué leerlo? Arsenio Lupin, si tiene oportunidad de leerlo, háganlo,
es deleitable, fácil de comprender, lleno de acción y diversión con la cual uno
pasará un tiempo agradable, una elección perfecta no solo para los amantes de
las novelas policiacas, sino también para cualquier amante de la buena
literatura.
Lo mejor: La
complejidad de los casos, la facilidad con que todo se desenvuelve, y por
supuesto, Arsenio Lupin, personaje memorable.
Lo peor: Si eres
un lector rápido como yo, estás dos novelas te duraran tres semanas, nada más.
Y otro punto es que un personaje tan icónico, es doloroso ver que sus novelas
son complicadas de encontrar, a excepción de Sherlock Holmes, que encuentras
todos su relatos y novelas, pero Arsenio Lupin menos de la mitad de sus novelas
han sido traducidas al español, cosa bastante dolorosa y que en realidad no me
parece.
Frases del libro:
La aguja hueca:
“No llores, pequeño. Éstos son golpes
que hay que esperar siempre cuando uno se lanza a la batalla con la cabeza baja
como tú lo has hecho. Te acechan los peores desastres… Es nuestro destino de
luchadores que así lo quiere. Y hay que sufrirlo con valentía”. —Lupin a Beatrulet en su primer encuentro.
“—¡Ya rió…, ya rió! —Exclamó Lupin, saltando de alegría—.
Ves: lo que te falta, bebé, es la sonrisa…; eres demasiado serio para tu edad…”
—Lupin hablando con Beatrulet en su
tercer encuentro.
813:
“—La casualidad te ha puesto en mi camino, eres joven,
apuesto, poeta, inteligente y (tu acto de desesperación lo demuestra) de una
magnífica honradez. Ésas son cualidades que rara vez se encuentran reunidas. Yo
las aprecio y las asumo.
—No están a la venta.
—¡Imbécil! ¿Quién te habla de comprar o de vender?
Guárdate tu conciencia. Es una joya demasiado preciosa para que yo te la
quite”. —Lupin hablando con
Gérard Baupré sobre su vida.
“—Escucha, barón: cuando quieras envenenar a uno de tus
amigos, procura que el tono de tu voz se mantenga sereno y que tus manos no
tiemblen… De no ser así provocarás la desconfianza. Pero creía que a ti te
repugnaba el asesinato…
—Con cuchillo sí —dijo Altenheim sin turbarse—. Pero
siempre he sentido deseos de envenenar a alguien. Quería probarlo”. —Lupin hablando con el Barón Altenheim.
“Decididamente, querido amigo, no tienes todavía madera
de gran maestro de la aventura, y, sin duda, nunca la tendrás, puesto que me
tiendes celadas de esta clase. Cuando uno se cree digno de llevar la vida que
nosotros tenemos el honor de llevar, debe también ser capaz de estar dispuesto
a todas las eventualidades, incluso a no morir si un canalla cualquiera intenta
envenenarlo a uno… Un alma intrépida en un cuerpo inatacable, he ahí el ideal
que es preciso proponerse… y alcanzar. Trabaja, amigo mío. Yo soy intrépido e
inatacable. Recuerda al rey Mitrídate…”. —Lupin al baron Altenheim.
Puntuación: Si por alguna razón no imaginan la puntuación, es 5/5. La merece por todo
lo alto.
Reseña por —M
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